Este blog va a ser participativo en la medida que cada uno de ustedes no sean simples espectadores y puedan comunicar sus ideas, pensamientos, experiencias, recuerdos, etc. para compartirlos con los demás. Lo menos que pueden hacer es realizar comentarios bajo algunas notas. Eso nos puede incentivar a continuar con este blog. El correo recibido este fin de semana enviado por Juan Vergara, es una demostración de lo que debe pasar. Aquí, nos cuenta los maravillosos momentos que ha tenido con los reencuentros en Cabrero con la familia de Héctor Torres y los sentimientos producidos:
“Humberto: Hoy y ayer recibí unas visitas maravillosas gracias a la cibernética. Te cuento que ayer (jueves) por la mañana recibí en mi local de ventas la hermosa visita de la señora madre de mi compañero Héctor Torres. Conocer a la mamá de Héctor me dio una alegría inmensa, puesto que era yo quien debía ir a su casa y saludarles. Hoy (viernes) temprano recibí otra visita: Robinson Torres. Se produjo otra alegría pues hacia montones de años que no lo veía. Conversamos largo rato recorriendo nuestro paso por el Liceo y la Escuela Nº 1 de Cañete. Por la tarde, fui a la casa de Robinson a conocer a su señor padre. Allí tuve una tremenda alegría al conocer a los amorosos progenitores de mis compañeros de colegio. Con ellos, compartí una rica once acompañada de unos ricos “calzones rotos”, donde hicimos un emocionante recorrido imaginario por nuestro pueblo que nos acogió por muchos años. Linda familia, Humberto. Espero que como este encuentro todos tengamos en algún momento, esta alegría de vivirla.
Otra de mis alegrías es comunicarme por celular con Evangelina Arévalo y reencontrarnos con ese pasado del colegio. Difícil de describir este encuentro después de tantos años sin vernos, más al saber que su Sra. madre había muerto unos años atrás, hecho que no estaba en mi conocimiento. Bueno, Humberto un placer saludarte y contarte mis experiencias de estos días. Recibe un abrazo y un saludo para tu familia. Peucayan (nos volvemos a encontrar)”
Gracias Juan por compartir tu experiencia y estos sentimientos.
“Humberto: Hoy y ayer recibí unas visitas maravillosas gracias a la cibernética. Te cuento que ayer (jueves) por la mañana recibí en mi local de ventas la hermosa visita de la señora madre de mi compañero Héctor Torres. Conocer a la mamá de Héctor me dio una alegría inmensa, puesto que era yo quien debía ir a su casa y saludarles. Hoy (viernes) temprano recibí otra visita: Robinson Torres. Se produjo otra alegría pues hacia montones de años que no lo veía. Conversamos largo rato recorriendo nuestro paso por el Liceo y la Escuela Nº 1 de Cañete. Por la tarde, fui a la casa de Robinson a conocer a su señor padre. Allí tuve una tremenda alegría al conocer a los amorosos progenitores de mis compañeros de colegio. Con ellos, compartí una rica once acompañada de unos ricos “calzones rotos”, donde hicimos un emocionante recorrido imaginario por nuestro pueblo que nos acogió por muchos años. Linda familia, Humberto. Espero que como este encuentro todos tengamos en algún momento, esta alegría de vivirla.
Otra de mis alegrías es comunicarme por celular con Evangelina Arévalo y reencontrarnos con ese pasado del colegio. Difícil de describir este encuentro después de tantos años sin vernos, más al saber que su Sra. madre había muerto unos años atrás, hecho que no estaba en mi conocimiento. Bueno, Humberto un placer saludarte y contarte mis experiencias de estos días. Recibe un abrazo y un saludo para tu familia. Peucayan (nos volvemos a encontrar)”
Gracias Juan por compartir tu experiencia y estos sentimientos.
Aprovecho aquí de incluir una fotografía que me envío hace días atrás Héctor, donde aparece justamente con sus padres y familiares, en la fiesta después de la Licenciatura, año 1968
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